jueves, 11 de febrero de 2016

Acelerando

Jamás pensé en serio que mis sueños se pudieran cumplir de una manera tan brutal.

Y es que sí señores, las metas son tangibles, las ilusiones se pueden tocar, incluso respirar.

Hay muy pocas cosas que no me gusten, y que me llueva es una de ellas. Sin embargo hoy me he dejado llover. En este momento de mi vida, el más dulce por cierto, no hay nube ni gotas de agua que me puedan enfriar el ánimo...

Es tan bonito acelerar, sentir con un amplificador en el corazón, abrir los ojos al sol. No existe aún el invierno que pueda parar esta felicidad.

https://www.youtube.com/watch?v=oyEuk8j8imI

No hay libretas en el mundo suficientes para escribir tantos proyectos.

Ese sentimiento que empieza en el lagrimal y en un segundo sale de la boca en forma de suspiro.

Que forma tan bonita de aprender a dejarme querer.

Cuando el cansancio es el perdedor de la ecuación, cuando las ganas pueden con todo límite, a eso se le puede llamar SER FELIZ.


lunes, 1 de febrero de 2016

Ida sin vuelta

Un desayuno de tres horas, una charla alentadora, dos cabezas rizadas aguantando un ánimo a punto de estallar.
Tres horas para ver que no se puede dejar de luchar, que siempre hay algo a lo que te puedes agarrar. La vida será lo que queramos que sea. Y esa sonrisa que nos achucha, esa madre que hay detrás. Ejemplo de vida sabor café.
El fondo, un pozo de lágrimas. Y la desesperación que da paso a la pena. Y la vida que te obliga a que te dejes llevar, que te enseña como al fin y al cabo no estás tan mal.


Entonces cuando ya no esperas nada, llega la agitación, la escapada a una gran cuidad que es el augurio de lo que está por llegar.
Besos, abrazos, sonrisas, y de nuevo lágrimas que ya han perdido la sal, que vuelven a ser de felicidad.


Cerrar una etapa y todo lo que eso supone, ver como vuelan las horas, y hacer planes pospuestos. Disfrutar cada momento con la consciencia de que ya nunca será igual.
Hasta que llega el día de la partida. Comienzan las despedidas, que poco a poco se hacen más intensas.
Es difícil decir adiós, saber que te vas para no regresar, que tu tierra (que es lo único que es verdad) cambiará.
Y con una dos maletas de equipaje y millones de sentimientos, emprendo la primera ida sin vuelta.
Llevaba posponiendo este post una semana, pero quería reflejar todo el proceso.


Agradecerle profundamente a Natalia desvelarme que súper Anto, significa superación en latín. Es una mujer excepcional y recordarle, que dentro de poco la suerte le sonreirá.
A Carmen Manzano, por regalarme lo más valioso: su tiempo.
A Carmen Hermosilla, por abrirme los brazos antes incluso de llegar y ser ejemplo de vida.
A mi chica de la luz tenue, que tanto deseaba este momento y no me ha permitido dejar de intentarlo.

Y a toda mi familia, por estar siempre ahí.