lunes, 19 de agosto de 2019

Dos tiempos en uno

Es para preocuparse que mi propio portátil no me reconozca como dueña de este blog.

Tengo la sensación de primera cita.

He seguido el mismo ritual, canciones románticas sonando, velas encendidas, una taza de té...

Y tachán!! aquí están mis dedos moviéndose solos y mis lágrimas huyendo de sus ojos.

Conocí a Marwan con esta canción:


Parece que necesitara estar llorando para poder escribir.

Me he instalado en esas sensación que se tiene justo antes de empezar a llorar, en ese nudo en la garganta, ese tensión en la voz... Me encantaría estar enfadad con la vida, pero lo que tengo es tristeza  y contra ella no se puede luchar, contra la pena no hay nada que hacer.

Me duele pensar en ti en cada esquina, me duele que la cuidad esté manchada de ti, que hayas impregnado mi ser. Me esfuerzo por buscarte defectos, por encontrar razones que te hagan indeseable, por imaginarme un futuro sin ti.

Intento salir de mi propia subjetividad y ver la situación de desde fuera. Solo consigo ahogarme en un mar de confusión, en todo este desmoronamiento.

Sigo sin ser consciente de que esto me está pasando a mi. Que soy la actriz principal en esta obra.

Todo el mundo está convencido de que esto pasará, incluso yo.



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Es desconcertante releer una entrada antigua de desamor y que la sensación siga siendo exactamente la misma. Solo que ahora se me están empezando a ocurrir cosas que hacer con la pena.

Con la pena me puedo hacer unos zapatos que me ayuden a seguir adelante, con la pena me puedo hacer unas alzas para verlo todo con altura, con la pena puedo madurar... A la pena tengo que comérmela. tiene que supurar poco a poco, pero tiene que salir. Porque yo no he nacido para vivir en la pena, yo no he nacido para vivir en el lamento. No.

Esta herida se va a curar a base de enfrentarme a ella, voy a pasar por encima de la tristeza como si de ascuas ardiendo se tratara, aunque me queme... mucho... y muy fuerte.



lunes, 22 de enero de 2018

Está permitido



Está permitido escribir (después de tanto tiempo) un día antes de mi día de la suerte.

Un 23 de enero la vio nacer, y los 26 siguientes la han ido madurando. 

De nuevo le quiero regalar lo más bonito que se hacer: un post.

Y es que está permitido sufrir sin saber por qué, y estar mal cuando parece que todo va bien. 

Quiero recordarle que soy parte de esa red inmensa en la que puede confiar cuando se quiera tirar de espaldas. Esa red que no siempre está la vista, pero ESTÁ, esa por la que los años pasan para hacer más resistente. 

A veces simplemente consiste en dejar(se) fluir, y permitirse estar como ella quiera. 


Yo no necesito que sonría sino le apetece, me contento con sentirla en todas sus versiones, con estar en nuestro cosmos, donde no existe la distancia. 

Igual que una tormenta estos días se lloverán, y volverá a salir ese sol de primavera que la vuelva de nuevo florecilla. 



Y volverán los días de verano de amigas recordando la adolescencia que no vivimos juntas, y mil vogues por los balcones de algún sitio con playa, donde la piel no sea lo único que se dore. 

Porque dorado es el futuro y todos los 23 de enero que nos quedan. 






miércoles, 14 de junio de 2017

Arañar el cielo




El crujir de un bigote,
ese sonido leve que tan grave se oye cuando se está cerca...
delata una caricia,
es apenas un susurro de la piel.

La intimidad de una habitación,
testigo mudo de todos mis movimientos,
de todos mis sacrificios y pasiones.




El calor, a veces, insoportable de la esperanza,
de una moneda suspendida en el aire,
sujeta al azar y al esfuerzo.








Como el escalador que mira hacia atrás,
cuando ya está tan arriba que no puede apenas ver el suelo,
y sin embargo no puede dejar de pensar en el golpe,
en los mil pedazos en los que se romperían su corazón,
en tan solo un instante.

Tiene delante la puerta de su destino
y en su cabeza la llave...



lunes, 23 de enero de 2017

Mi día de la suerte


"Día 23 de enero de ... "



Parece el principio de una carta de antaño,
incluso las primeras palabras de una hoja de diario.




Me gusta creer en la magia de las casualidades,
en como los difusos hilos de la vida
terminan formando un tejido con sentido.


Las notas de un piano, la luz tenue de un flexo,
esas calles cambiadas de sentido, esos hoyuelos.





No es casualidad que un día así la viese nacer
y que desde que la conozco:
ella sea la suerte de mi vida,
el en mi día de la suerte.



(Los días como hoy siento que estoy viviendo en una película muy parecida a Amélie)

martes, 10 de enero de 2017

Ella

Ella apareció en mi vida como un relámpago de una tormenta de mayo, 
trueno sin estridencias, 
sin apenas ruido, 
pero con luz continua. 




Luz azul cielo, 
del color de esos ojos que son la materialización del cariño.

Es esa sonrisa de comprensión, 
esa paciencia incansable, 
esas lágrimas de risa por simbas (SSS) y jamases (JSS). 



Es una tarde sin aburrimiento, 
siempre dispuesta a escuchar sin perder la atención. 
Es esa mano siempre tendida, 
ese abrazo que derrite a este bloque de hielo. 

Es una canción indie en chanclas y con abrigo, 
es una clase del "nosotros" (que en este caso son ellos)
es mezcla perfecta de amor y realidad. 
Es esa ramita delicada que ha helado el alba 
congelando toda la belleza del invierno pucelano.





Es la que conoce las medicinas de mis heridas. 
Ella ha venido para quedarse, 
ella es un corazón...








Hoy, por fin, te toca a ti J.

Bailando hasta que todo acabe...


miércoles, 28 de diciembre de 2016

Robarle tiempo al tiempo


Esta entrada la empiezo con esta canción, de repente tan evocadora...

Es la poesía fruto del trabajo o de la inspiración?

Esta el arte en cualquier lado, pero solo visible para los genios?

Hay alguna forma de ordenar la forma de escritura libre?



Sentir que lo que pasa por la mente se derrama,
como una copa de vino en cualquier cena de estos días
sobre un mantel blanco, que en este caso es el fondo de esta entrada.



No suelo pensar demasiado cuando me pongo a escribir,
se podría decir que soy atropellada en el blog,
y creo que esa cualidad se podría extrapolar a muchos rasgos de mi personalidad.
No sabría en que circulo colocarla.




Esta agonizando este año, ya se ve la cabeza del siguiente,
más parto que nunca, más época de cambios que nunca,
porque irremediablemente tendrán que morir cosas para que nazcan las nuevas.



viernes, 11 de noviembre de 2016

Mira nena

La vida es sueño y sueño es una cuidad medieval de España...



Apagar la pantalla negra, coger una mochila llena de paciencia para soportar el atasco de salida
y sentir la comodidad del silencio, de la mente menos agitada, del aire cada vez más limpio.



Esa brisa fresca en la cara, esa que solo es capaz de proporcionar un río.




En este caso dos, conjugándose de forma maravillosa como marco de este sueño.




Andar sin sentir cansancio, dejar que la vista se acostumbre a la luz natural de la luna,
contemplar el cielo plagado de estrellas, sentir el tacto de la historia por los muros de esas calles.



Descansar con la tranquilidad de no poner el despertador para mañana,
amar sin abrir los ojos y respirar el mismo espacio, el mismo oxígeno,
mezclar sueño y piel, sentimientos a duermevela.





Masa madre, agua hirviendo, energía, naturaleza y arte.
Jugar a no ser nadie, a perderse en lo abstracto.
Manejar el tiempo, no someterse a horarios.




Ver morir la tarde desde un balcón colgado.




Y volver al punto de inicio, con dos postales que recuerdan el sueño de una noche de otoño.